martes, 28 de mayo de 2013

Opinión sobre las elecciones 2013 a gobernador en BC.

Sería más justo que en lugar de elecciones para gobernador se decidiera a través de una batalla a muerte entre Kiko Verga y Castro Tentra, igual perderíamos como sociedad, pero al menos habría un espectáculo televisado como nos encanta.

domingo, 26 de mayo de 2013

Globalización, contaminación y desarrollo sustentable


Globalización, contaminación y desarrollo sustentable
El impacto ambiental asociado a la industria maquiladora en la ciudad de Mexicali, Baja California.
J. Antonio Meléndrez Cárdenas

* * *
Introducción

El presente ensayo tiene como objetivo analizar la viabilidad del modelo económico actual y su relación con el Desarrollo Sustentable (DS). Así mismo de profundizar un poco sobre la temática de la globalización y el desarrollo económico. Finalmente se cierra con un breve análisis sobre el impacto ambiental asociado a la industria maquiladora en las ciudades fronterizas de México, pero particularmente centrándose en el caso de la ciudad de Mexicali, Baja California, México.


El modelo económico actual y el Desarrollo Sustentable 

El actual modelo económico mundial (neoliberal) se sustenta en la premisa de la acumulación de bienes y capital, encaminado al libre mercado. Aplicando diversas reformas, tales como: reformas fiscales, laborales, y de mercados de capitales, asimismo, de privatizaciones con el fin de reducir el papel del Estado en la economía (Thorpe, Ibarra, 2010). Lo que en el ámbito social ha provocado desigualdad social y poca distribución de la riqueza. Por otra parte, la sobreexplotación de los recursos constituye uno de los factores principales de riesgo para el medio ambiente, que dentro de la dinámica de producción ilimitado, los recursos naturales son fuertemente utilizados en muchos de los casos sin respetar la capacidad de carga y la resiliencia en los ecosistemas. Acarreando de esta manera graves costes ecológicos. Gómez (2000) ya advertía que contrario a la lógica común, la abundancia de recursos naturales no constituye necesariamente una ventaja comparativa para los países y podría convertirse en un freno para el desarrollo económico.

Como consecuencia de este modelo han ido apareciendo modelos alternativos para intentar sustituirlo (o hasta cierto punto combinarlo), como el ya tan mencionado y criticado nuevo modelo de economía verde, mismo que nace del supuesto de una extensión del DS comprendiendo las tres campos de interés del mismo (económico, social y ambiental). Con el fin de: promover la eficacia energética y el uso responsable y eficaz de los recursos para evitar la pérdida de diversidad biológica y de los ecosistemas. Mediante el desarrollo de políticas y reformas socialmente responsables para su posicionamiento a nivel global. La tecnología juega un papel fundamental en la sustentabilidad de los recursos, puesto que si ésta es utilizada con responsabilidad y conciencia, ambientalmente hablando podría ser un factor determinante para la conservación de los ecosistemas y la diversidad natural. Por eso mismo es necesario seguir empleando y ampliar planes para una adecuada gestión de políticas alternativas para la sustentabilidad de los recursos, lo primordial es dejar de utilizar el desarrollo tecnológico principalmente para el consumo y la producción material, debido a que esto repercute directamente al deterioro y explotación de los recursos naturales. En cambio sería preciso otorgarle una mayor relevancia al desarrollo de nuevas tecnologías sustentables y/o energías renovables. Con el fin de llegar a la sustentabilidad económica, social y ambiental. Para que este objetivo sea alcanzado se necesita de un fuerte grado de compromiso y conciencia ambiental por parte de la sociedad.


Algunos aspectos sobre globalización

El concepto de globalización se ha popularizado de forma reciente, aunque se sabe que su origen se dio un par de décadas atrás, coincidiendo con el final de la Guerra Fría, con la caída del muro de Berlín y con el colapso del socialismo de Estado, es decir con la desaparición de la Unión Soviética, y el avance de las tecnologías de la información, “por lo tanto, la difusión del vocablo adquirió dimensiones globales o planetarias al mismo tiempo que ocurrían hechos políticos de relevancia para la historia de la humanidad” (Zavala, Calero 2008).

Para Agüero (1998), el proceso de mundialización de la economía de lo que comúnmente se conoce como “mundo occidental”, así como el proceso de dicha economía (neoliberal) fue adquiriendo cada vez mayor relevancia el aspecto financiero, sobre todo, en términos de desarrollo de los mercados financieros internacionales. El término globalización es otra forma de nombrar a 1a nueva fase de acumulación de capital que se ha caracterizado por el predominio del mercado desregulado, es decir, con una mínima intervención estatal, colocando a ciertos Estados-nación en una posición de debilidad (Vite, 2000).

La globalización, en el plano económico, establece la privatización de empresas de propiedad estatal y desregulaciones gubernamentales a favor de la oferta compuesta por los capitalistas, para mantener un “supuesto” equilibrio fiscal, privilegiando al mercado como regulador entre la oferta y la demanda. En términos globales, “la ciudad representa un punto estratégico en la política económica del Estado… que hoy se concretiza en la imposición del proyecto neoliberal, la apertura a la inversión extranjera, el impulso a la industria maquiladora, el deterioro de los salarios y las condiciones de vida de la población” (CERCA, 2009). Como consecuencia de esto, en la frontera norte la industria maquiladora ha gozado cada vez de mayores ventajas y facilidades por parte de los diferentes niveles de gobierno del Estado mexicano. Esto como medida de impulso al desarrollo económico y fuentes de trabajo en estas ciudades de constante crecimiento. En ese mismo sentido a continuación se analizará brevemente la relación entre la industria maquiladora y el impacto ambiental en la región fronteriza de la ciudad de Mexicali, B.C.




Contaminación por industria maquiladora en Mexicali.

Dentro de una perspectiva económica a nivel nacional la industria maquiladora juega un papel crucial en la vida económica mexicana y sobre todo regional, debido a la alta concentración de plantas en funcionamiento actualmente, la gran mayoría de ellas en las principales ciudades fronterizas del norte de México, con un 85% de las plantas del país, dentro de cuáles destacan ciudades como ciudad Juárez, Tijuana, Matamoros y Mexicali (Sánchez, 1990).

De acuerdo con lo expuesto en por el CERCA (2009) en Impactos de la maquila en el medio ambiente de Ciudad Juárez, de la Revista Noesis, son los países industrializados los principales productores de las sustancias y elementos negativos para el medio ambiente. Sin embargo, estos productos no se realizan al interior de estos países, sino que son producidos en transnacionales ubicadas principalmente en países en vías de desarrollo. Es el caso de plaguicidas y fertilizantes, donde las principales productoras son estadunidenses, y sus plantas de producción están esparcidas en varios países del tercer mundo. Los desechos tóxicos más comunes producidos por la industria maquiladora son: residuos de pinturas y barnices, resinas, epóxicos, lubricantes, látex, fibra de vidrio, cromo residual y diversos solventes y los daños al medio ambiente más comunes afectan el suelo, subsuelo y particularmente los mantos freáticos. “A pesar de que en algunas colonias el drenaje pasa a cielo abierto, muchas maquiladoras arrojan ilegalmente sus desechos a la red” (CERCA, 2009).

En nuestro país los desechos peligrosos son uno de los temas ambientales más relevantes en lo que respecta a la industria. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha señalado el libro La industria maquiladora mexicana y el medio ambiente, editado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que en el caso de la maquiladora: “El impacto ambiental de la maquila es resultado de mayor demanda de espacio, agua y energía; el incremento del tránsito y el congestionamiento de vías lindantes, la generación de desechos peligrosos y el problema de su posterior manejo y confinamiento de éstos, así como la contaminación atmosférica y el riesgo de accidentes ambientales” (Enciso, 2009). Por eso es de vital importancia una buena regulación en materia ambiental sobre los desechos ocasionados por esta industria para la conservación del medio ambiente de nuestra región.

Como lo expresan, Elva Alicia Corona–Zambrano y Rosa Imelda Rojas–Caldelas (2009), en: Calidad del aire y su incorporación en la planeación urbana: Mexicali, Baja California, la industria maquiladora ha sido y es uno de los motores de la economía local. “Estas actividades (junto con la agricultura)* han contribuido en el tiempo al agravamiento de la calidad del aire, asunto que por el impacto que ha tenido a escala local ha sido considerado tema de interés binacional”. Mexicali, como ciudad industrial depende en gran parte de la industria maquiladora, de esta manera se encuentra ligada económica, social y (o debería al menos) ambientalmente a la actividad industrial. Lamentablemente el panorama no es muy alentador en términos ecológicos, puesto que la ciudad se encuentra entre las 10 ciudades más contaminadas a nivel mundial, ubicada en el cuarto lugar y el primero a nivel nacional de acuerdo al reporte de la Organización Mundial de la Salud, “Urban outdoor air pollution database” (Linaldi, 2013).

Resulta hasta cierto grado paradójico que en los centros tradicionales en los que predomina la industria maquiladora en el país: ciudad Juárez y Tijuana se encuentren en mejores condiciones ambientales que en otras ciudades con menor carga industrial. De hecho, Ciudad Juárez ha mejorado su desempeño ambiental en años recientes. Caso contrastante es el de Mexicali, ciudad fronteriza, también con una fuerte actividad maquiladora, muestra una imagen más negativa (CERCA, 2009). Por una parte, el hecho de que Mexicali, comparada con Ciudad Juárez y Tijuana, tiene un porcentaje más alto de emisiones, y que el número de días en el año en que estas rebasan los umbrales establecidos va en aumento. Por otro lado, Mexicali tiene los valores más altos de PM10 (pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, formadas principalmente por compuestos inorgánicos asociado a partículas de carbono).

Schatan y Castilleja (2004) argumentan que aunque durante la última década las maquiladoras han mejorado su desempeño ambiental gracias a que se ha prestado mayor atención a la problemática ambiental, debido al incremento de la presión política, a los factores relacionados con la información y el progreso tecnológico, no existen antecedentes suficientes como para respaldar en forma sólida esta impresión, pues las acciones de monitoreo y control puestas en práctica por las autoridades son limitadas y han mostrado cambios en el tiempo. De ahí la duda sobre cuál es la clave para una mejora real y evidente de la contaminación en este región, particularmente en la ciudad de Mexicali que es alarmante, puesto que no hay que ser científico o especialista en temas ambientales para percatarse de la densa capa de smog que envuelve el cielo y adorna nuestras tardes mexicalenses.

No es mi intención culpar o evidenciar exclusivamente a la industria maquiladora como única fuente de contaminantes, debido a que hay muchos otros factores que se adhieren a la lista de causas de esta polución, tales como: emisión de gases por motorización de automóviles, las fuentes de emisión de gas (Ácido sulfhídrico: H2S) que se origina en el campo geotérmico de Cerro Prieto, con la quema de combustibles y materiales orgánicos, así como de la descomposición animal o vegetal. Pero sí quiero manifestar mi postura sobre esta importante problemática de tipo ambiental que tanto nos atañe como miembros de esta comunidad fronteriza.


Conclusiones

Como se ha mencionado anteriormente, el modelo económico actual se sustenta en la producción y acumulación de bienes y capital. Arrastrando como consecuencia grandes problemáticas, primordialmente de carácter ambiental y social. Para hacer más susceptible el aprovechamiento de los recursos es necesario llegar a una sustentabilidad económica basada en la regeneración del capital natural y a la capacidad de existencia.

La manera más viable de alcanzar estos objetivos fomentar la conservación de la naturaleza, es decir teniendo un consumo responsable de los recursos y de los ecosistemas para mantener su diversidad y procesos vitales; así como respetar la capacidad de carga en los ecosistemas, por ejemplo, generando menos contaminantes, ya que esta ha sido profundamente afectada por el aumento de la población, el crecimiento de la producción y la dinámica de consumo del ser humano; por último se hace énfasis en la importancia de la capacidad de resiliencia de la naturaleza, es por eso que se debe tomar conciencia hacia un consumo responsable de los recursos.

En términos globales, el modelo económico que podría perdurar es aquel que se adecúe a las necesidades propias del DS, es decir, que se ajuste a los límites de crecimiento (Davidson, 2000), comprendido como las restricciones absolutas sobre las actividades económicas que contribuyen al deterioro ambiental. Un modelo donde las estructuras económicas no se centren exclusivamente en el incremento de la producción y el crecimiento económico, sino también en la conservación de los recursos naturales y en la búsqueda de nuevas formas de sustentabilidad de esta forma estaría directamente relacionado con la perpetuación de los grupos sociales, los ecosistemas y la economía. Lo que se busca es impulsar el crecimiento a largo plazo, apoyado en el desarrollo tecnológico, apoyado en un enfoque transdisciplinar e incluyente a través un “modelo de bienestar humano global” (Toro, 2007). En pocas palabras un modelo de desarrollo integral.
Tal como lo proponen Carrillo y Schatan (2005), para atacar la problemática ambiental asociada a la industria maquiladora es necesario que a corto plazo, los esfuerzos de política se centren en asegurar que las maquiladoras cumplan la normativa sobre manejo de residuos peligrosos para que sea la industria, y no la sociedad, la que absorba el costo de las externalidades ambientales.

Una forma viable de llegar a este objetivo es mediante una legislación más específica y estricta para la regulación de problemas como el de la contaminación por desechos tóxicos y emisiones de gases y humo que se esparcen directamente en el aire de la ciudad. De igual forma es necesario que los integrantes de la comunidad sean conscientes y se sensibilicen de la grave problemática de la contaminación del aire en la dicha ciudad. Se necesita un mayor acercamiento por parte de las organizaciones sociales que generen propuestas alternativas para disminuir los riesgos ecológicos. Pero lo más importante, se necesita de la voluntad y compromiso en conjunto para avanzar hacia una propuesta real de sustentabilidad ambiental, económica y social.


Bibliografía 

Carrillo, J, Schatan C (2005). El medio ambiente y la maquila en México: un problema ineludible. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. D.F., México: CEPAL. Centro de Estudios Regionales y Comunicación Alternativa (2009). Impactos de la maquila en el medio ambiente de Ciudad Juárez [Versión electrónica]. Nóesis. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, Vol. 18 (36), 52-77. 

Corona–Zambrano, E, Rojas–Caldelas, R (2009). Calidad del aire y su incorporación en la planeación urbana: Mexicali, Baja California, México. Estudios Fronterizos, Versión digital, Vol. 10, núm. 20. Recuperado el 22 de mayo 2013, de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0187-69612009000200003&script=sci_arttext

Davidson, C. (2000). Economic Growth and the environment: alternatives to the limits paradigm. Bioscience, Vol. 50 (5), 433-450. Enciso, A, III y última, (2006) La maquila trae consigo depredación ambiental, Recuperado el 21 de mayo de 2013, de: http://www.jornada.unam.mx/2006/01/20/index.php?section= sociedad&article=045n1soc

Godínez, J (1995). Desarrollo económico y deterioro ambiental: una visión de conjunto y aproximaciones al caso mexicano. Gestión y estrategia. Recuperado el 12 de Marzo de 2013, de http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num7/art6.htm.

Gómez, C. M. (2000). Población, Medio Ambiente y Crecimiento Económico: ¿Tres Piezas Incompatibles del Desarrollo Sostenible? Ekonomi Gerizan, Vol. 7, 242-260.

Herrán, C. (2012). El camino hacia una economía verde. Proyecto Energía y clima de la Fundación Friedrich Ebert-FES. Recuperado el 12 de Marzo de 2013, Recuperado el 14 de marzo de 2013, de http://www.fes-energiayclima.org Linaldi, C (2013). 

Ecologuía: La contaminación de Mexicali, Diario El informador de Baja California, recuperado el 21 de mayo de 2013, de: http://www.elinformadordebc.info/columnas/ecologuia/18028-ecologuia-la-contaminacion-de-mexicali-

Sánchez, R (1990). Contaminación industrial en la frontera norte: algunas consideraciones para la década de los noventa, Revista Estudios Sociológicos VIII: 23, 306-329.

Schatan, C, Castilleja, L (2004) La industria maquiladora electrónica en la frontera norte de México y el medio ambiente, CEPAL - SERIE Estudios y perspectivas – Sede Subregional de la CEPAL en México N° 16. Impreso en Naciones Unidas.

Thorpe, A. y Aguilar, A. (2010). Los modelos económicos de utilización de recursos naturales en Latinoamérica. Ensayos de Economía, (36), 121-143. Recuperado el 12 de Marzo de 2013, de http://www.iadb.org/intal/intalcdi/PE/2011/08042.pdf

Toro, F. (2007). El desarrollo sostenible un concepto de interés para la geografía. Cuadernos Geográficos, (40), 149-181.

Vite, M (2000). La globalización económica: ¿Una nueva fase de la mercantilización de la vida social? Revista Frontera Norte, Vol. 12, núm. 23, 153-164.

Zavala, A, Calero, C (2008). Globalización económica y pobreza, Revista Pensamiento Crítico núm. 9, 27-44.

jueves, 23 de mayo de 2013

FUCK Outsourcing!!! nunca te voy a olvidar

A partir de hoy comienza oficialmente mi carrera de odio y desprecio sobre el concepto de outsourcing y todo esa mierda de tercería de servicios!!!
Hago un atento llamado a todo subcontratista, vas y chingas a toda tu puta madre!, lacayos del sistema neoliberal!

jueves, 9 de mayo de 2013

En la dimensión desconocida III

En la dimensión desconocida te despiertas por la mañana y descubres que tu vida se convirtió en una versión latina de: "La vida sigue su curso (Life Goes On) " y tú eres Corky, pero en moreno y con barbita de taquero. 

miércoles, 8 de mayo de 2013



Desarrollo Sustentable, conceptos y visiones
 J. Antonio Meléndrez Cárdenas



* * *
Introducción

El presente ensayo tiene como objetivo analizar desde varias perspectivas y visiones sobre la maduración del concepto de Desarrollo Sustentable (DS). Así mismo de señalar algunos de los modelos y estilos de Desarrollo, tales como el estilo ascendente, la sostenibilidad débil y fuerte (Saz, 2008), y la ética de sustentabilidad (Guimarães, 2002). Por otra parte se cuestiona sobre si es viable continuar con el modelo de desarrollo neoliberal. Así también sobre si es posible transitar por un modelo alternativo desarrollo en el contexto social mexicano actual.


Breve precisión conceptual

El DS nace de la necesidad humana por abordar los desafíos de pobreza, la insostenibilidad del medio ambiente y el crecimiento económico. Generado en inicio por el desarrollo de la “Modernidad” en la etapa entre 1940's y 60´s, dónde se creó un gran déficit y gasto social excesivo, esto a su vez incrementaría la deuda externa a nivel mundial. Posteriormente en los 70´s, con la política de “Necesidades Básicas”, donde el Estado funge como proveedor de servicios sociales, al impulsar la inversión pública, construcción de viviendas, generación de empleos y desarrollo social en general. Para los 80´s con la implementación de la política global del llamado “Ajuste Estructural”, donde se comenzó a invertir en recursos humanos a largo plazo, pero hubo una reducción del gasto público social, en educación, vivienda, salud y previsión social incrementó la brecha entre los sectores acomodados y los desposeídos.

 Es así como en los 90´s se plantea el modelo de “Desarrollo Sustentable”, sin embargo en su primera aproximación como concepto hecha por el Club Roma en 1972, aludía al “vínculo entre crecimiento económico global y escasez de recursos naturales, en el informe Limits of Growt”. (Cárdenas, 1998). Aunque oficialmente el término aparecería hasta 1987, en el informe “Our Common Future”. Realizado por la Comisión de Brundtland, definiéndolo como: …“satisfacer las necesidades de la presente generación sin comprometer la habilidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”.

Actualmente el proceso del DS continúa con paso firme en la búsqueda de abatir los desafíos planteados desde su gestación, otorgándole un peso fundamental a las políticas ambientales, pero sin descuidar el desarrollo económico y social. En ese sentido el DS es un reto importante para los estados de latinoamericanos y para todos los países del Tercer Mundo, para afirmarse en la dinámica global. Porque son precisamente estos países de donde se obtienen las materias primas y recursos naturales utilizados por los países industrializados el verdadero reto para América Latina es lograr un enfoque integral de desarrollo para afrontar las problemáticas de tipo socio-ecológico-económico antes mencionadas.


Generalizando un concepto del Desarrollo sustentable

Sin bien, hasta nuestros días existe una gran variedad de definiciones sobre el concepto de DS debido a la cantidad de enfoques con los que son abordados un mismo concepto, podemos afirmar que existen coincidencias y se puede apreciar que hay dos tipos de corrientes de pensamiento, una focalizada en los objetivos de desarrollo y otra interesada en el impacto perjudicial que causan las actividades humanas sobre el medio ambiente así como las medidas necesarias para contrarrestarlo. Es decir, la primera se preocupa por el desarrollo social y económico y la otra por el desarrollo de tipo ecológico. Para Cárdenas (1998), el DS adquiere diferentes connotaciones según su contexto, y considera que estás aproximaciones contribuyen a la maduración del concepto.

Para Saz (2008), el desarrollo sustentable (o sostenible) tiene un antecedente en ciertos economistas, preocupados por destacar la escasez de recursos como límites de crecimiento, señalado en la obra de Thomas R. Malthus Economics and Theory of Limits, “la población se incrementa geométricamente mientras que los recursos necesarios para alimentarla aumentan con mucho a una tasa aritmética, por tanto, es imposible mantener a toda esta población en continuo crecimiento”.

De acuerdo con Cárdenas (1998), el propósito del DS, este debe ligar directamente a la resolución de los problemas presentes de desigualdad y pobreza que afectan a la población, puesto que se relacionan con la degradación del medio ambiente. De esta manera, mientras exista más desigualdad en el reparto del poder y en el acceso a los recursos, como ocurre en muchos países en vías de desarrollo, mayor será la degradación y contaminación ambiental.

En términos sociales el desarrollo implica entre otras cosas, eliminar la brecha de desigualdad (económica y social) entre pobres y ricos, que exista la equidad de género y bienestar social. En un sentido ecológico es importante dar paso a una visión donde prevalezca una relación de armonía entre el ser humano y la naturaleza, una más cercana al principio de Wissenburg de Autolimitación, (Saz, 2008) donde el comportamiento exige una aproximación plural al fenómeno de la sostenibilidad ambiental.


Algunos modelos y estilos de desarrollo

El estilo ascendente se entiende como “un proceso de cambio en el seno de las estructuras sociales, culturales, económicas y políticas de los países periféricos”. Dicho proceso es caracterizado por dos tipos de penetración: una denominada difusión, referido a la ampliación del conjunto de actividades incorporadas al estilo. Y la profundización, donde cada actividad crecientemente se vuelve cada vez más homogénea. Es así como se generan diversas dinámicas que permiten desplazar, reemplazar, anular y sobreponer actividades, creándose nuevas actividades y desplazando o anulando otras que actuaban con los criterios, la lógica y la racionalidad del estilo suplantado (Gligo, 2007).

Posteriormente éste estilo de desarrollo derivaría en la expansión capitalista de los años 70´s y 80´s. Donde se impulsó la inversión externa para la producción industrial. José Joaquín Villamil argumentaba que la tecnología importada predeterminada por el patrón de consumo, el incremento de los costos sociales, el proceso de homogeneización cultural como reflejo de las necesidades de que las corporaciones transnacionales reorientaran la cultura local de acuerdo a su expansión industrial, y las contradicciones importantes de índole económica, social y ambiental (Gligo, 2007).

El criterio de sostenibilidad débil presta una atención especial a la cantidad de recursos transferidos al futuro sin darle demasiada importancia a la composición de éste (capital natural versus capital creado por el hombre), por tanto, presupone que un output constante de producción puede ser mantenido indefinidamente a través de la sustitución de capital natural por capital creado por el hombre. Siempre que el valor del stock de capital, independientemente de su composición, no decrezca con el paso del tiempo la sostenibilidad se habrá logrado. Por ello, los inputs de capital natural pueden disminuir siempre y cuando se incremente en igual valor los inputs de capital creados por el hombre. (Saz, 2008). Este modelo supone que la “innovación tecnológica” se encargaría de compensar las pérdidas del capital natural mientras sea sustituido por capital creado por el hombre. Y ese es justamente el principal argumento en contra de este modelo, esa “visión antropocéntrica del mundo con una elevada carga de optimismo dado que si hoy día no existe una perfecta sustitución entre ambos tipos de capital esto no plantea ningún problema técnico irresoluble” (Saz, 2008). Es por eso que pensar en modelo de desarrollo débil resulta riesgoso para el medio ambiente.

Sobre la viabilidad de un modelo de sostenibilidad fuerte analizado por Saz (2008), el cual considera que el capital natural (KN) y el capital creado por el hombre (KM) son complementarios y no sustitutivos, y que por tanto el capital natural debe conservarse y no sustituirse. Puesto que es el mismo capital natural quien juega un papel importantísimo para el medioambiente y la vida, es decir, el capital natural crítico (CNC). En términos ecológicos, éste modelo es mucho más generoso con la naturaleza en comparación con el modelo de sostenibilidad débil, el cual centra su atención en la producción a futuro sin tomarle tanta relevancia al papel que llevan a cabo los recursos naturales.

En la ética de la sustentabilidad, Guimarães reflexiona sobre los fundamentos que cimientan el paradigma de lo sustentable y, cuestiona claramente al economicismo, del cual considera se ha vuelto una ciencia que prepondera aquello que posea un valor monetario, “la economía necesita, al respecto, rescatar su identidad y sus propósitos iniciales. La economía ha dejado de estudiar los medios para el bienestar humano, convirtiéndose en un fin en sí mismo” (Guimarães, 2002). Desde esta visión no serviría de nada intentar refundar una sociedad nueva, desde la perspectiva de la ética de la sustentabilidad, en una sociedad que no esté interesada en la generación de crítica y preocupada más por la expansión de mercados impulsado por el desarrollo tecnológico y del crecimiento ilimitado, es decir individuos cada vez más alienados, a los que considera: “robots que buscan sin cesar la satisfacción de necesidades cada vez menos relacionadas con las necesidades de supervivencia y de crecimiento espiritual” (Guimarães, 2002).

Resumiendo, dentro de los aspectos positivos a rescatar en el estilo de desarrollo ascendente es que aparece como un proceso de cambio para los países en vías de desarrollo. Sin embargo, a la postre se derivaría en expansión capitalista y su dinámica de producción industrial ilimitada. Por otra parte, la principal limitación del enfoque de sustentabilidad débil es la visión superpositiva de suponer que la innovación tecnológica compensaría las pérdidas del capital natural. En el estilo de sustentabilidad fuerte se puede apreciar una concepción más responsable ambientalmente, al considerar al KN y KM como complementarios y no como sustitutivos. Así mismo el otorgarle una mayor relevancia al CNC. Por último sobre la ética de sustentabilidad se cuestiona a las sociedades actuales en la búsqueda de una perspectiva crítica para afrontar los problemas del medio ambiente.


Para transitar por un modelo alternativo desarrollo en el contexto mexicano actual

Para llegar a un modelo de desarrollo sustentable desde la inercia de la globalidad, en un país como el nuestro, habría que considerar varios factores determinantes en el contexto social mexicano (y latinoamericano). México, como casi todos los países de América Latina, es un estado-nación en vías de desarrollo con enormes desigualdades sociales, profundamente endeudado y sobrerezagado tecnológicamente, como ya lo mencionaba (sobre el estado latinoamericano) Guimarães (2002). En primer lugar haría falta que: se cambien las relaciones de producción capitalista, se disminuya la desigualdad social y una mejor distribución de la riqueza. También sería necesario que actuáramos sobre la demanda de los productos en lugar de incidir sobre la oferta como lo propone Urteaga (2011) en: Las teorías alternativas del desarrollo sostenible.

Tal como Harribey (1994) sostenía: “Se trata de reinventar un imaginario en materia de cambio social”. A este paso no podemos seguir con un modelo de desarrollo que se base en la producción de energéticos no renovables tales como el petróleo. Es por eso que se necesitaría mayor búsqueda y producción de fuentes de energía renovable, como la eólica, la energía solar y la mareomotriz. Es necesario seguir un modelo alternativo de desarrollo más justo socialmente y con énfasis en el cuidado del medio ambiente.

De acuerdo con Guimarães (2002) hoy en día nuestras sociedades están inmersas en un mundo cada vez más globalizado (o por lo menos la difusión de la ideología neoconservadora que sostiene la modernidad hegemónica), desde una perspectiva socio-ambiental solo cuentan con dos opciones. “O bien se integran, en forma subordinada y dependiente, al mercado-mundo, o no les quedará otra que la ilusión de la autonomía pero con la realidad del atraso”. Es decir, en el viejo modelo de desarrollo neoliberal dictado por la sociedad de consumo, donde lo primordial es el crecimiento económico y la producción, no se puede vivir de forma independiente al mercado-mundo sin caer en el retraso tecnológico. Por otro lado se hace evidente la imposibilidad de continuar con un “modelo de crecimiento económico ascendente e ilimitado” tomando en cuenta que cada vez se agotan más de los recursos naturales como fuentes no renovables de energía, y la flora y la fauna al mismo tiempo que se debilitan procesos para la estabilidad de los ecosistemas (Guimarães, 2002).

Históricamente, los países del tercer mundo se han visto en la necesidad de ingresar a la economía mundial a través de la exportación de productos primarios y de recursos naturales. Creando un círculo vicioso de dependencia de los países industrializados, en donde los primeros se vuelven consumidores de productos industrializados de los segundos. Estancándose en el no desarrollo, o desarrollo viciado.


Conclusiones:

En nuestro país es primordial disminuir la asimetría social, debemos aplicar gradualmente políticas de desarrollo que atiendan primeramente las desigualdades sociales, generar empleos, salud básica, para poco a poco tomar conciencia de las magnitudes de la problemática ambiental que podríamos afrontar (o ya estamos afrontando) como sociedad. Para muchas de las familias y personas que habitamos este país los temas relacionados con la cultura ambiental o el desarrollo sustentable a veces nos resultan secundarios y poco relevante, también dependiendo del contexto individual, pero generalizando, mientras más estemos informados sobre temáticas ambientales y de desarrollo, como sociedad es que podremos avanzar más firmemente, dentro de la dinámica de la globalidad.

A pesar de que en ese periodo se ha implementado un buen número de políticas de desarrollo a nivel mundial, que todavía seguimos en esa transición, queda mucho por avanzar. Por una parte los países industrializados continúan con el proceso de producción ilimitado y con ello el consumo de recursos naturales. Por otro lado, los países en vías de desarrollo se han preocupado más por la exportación de productos primarios y de recursos naturales. Dependiendo directamente del crecimiento de los países industrializados. Mientras continúen las profundas desigualdades sociales, rezago económico, y problemáticas ambientales, difícilmente se podrá hablar de un desarrollo sustentable profundo. Sin embargo se han sentado las bases del camino a seguir para lograrlo. Es importante que los gobiernos, en conjunto con las asociaciones civiles y las organizaciones no gubernamentales, se planteen mejores políticas ambientales y de mercado, a mediano y largo plazo.

Considero para pensar en un desarrollo sustentable efectivo resulta impensable seguir con el camino del modelo de desarrollo neoliberal, porque aunque es cierto que existe un crecimiento económico, las consecuencias ambientales son más que evidentes y preocupantes para las generaciones futuras. Es por eso que debemos ser capaces como sistema social de encontrar nuevos modelos de desarrollo o modelos alternativos de desarrollo. Si en México se implementara un modelo alternativo de desarrollo, sería necesario un enorme compromiso social, un verdadero esfuerzo como país, primordialmente que las personas encargadas de tomar las decisiones en materia ambiental, fomentando una cultura más ecológica que contribuya a la conservación de la naturaleza. 

El desarrollo económico y social no debe estar al margen del progreso ecológico, es indispensable para asegurar al ser humano un ambiente de vida y trabajo favorable y crear a las condiciones necesarias para mejorar la calidad de vida. El verdadero cambio se fundamenta en la construcción de un desarrollo integral u holístico, en donde distintos enfoques de pensamiento y acción se nutren unos de otros para unificarse por un “horizonte común” (Cárdenas, 1998) fundamentado principalmente en las perspectivas ambiental, económica y social. Para crear Políticas, estrategias y planes urbanísticos que contribuyan al progreso humano y fomenten la participación social y la conciencia ecológica. 

En un país como el nuestro, para atacar cuestiones sociales y el desarrollo económico, es necesario utilizar en lo posible a la ciencia y la tecnología para descubrir, evitar y combatir los riesgos que amenazan al medio, para solucionar los problemas. Debe existir una mejor planificación urbana para evitar repercusiones ambientales para obtener los mayores beneficios sociales, económicos y ambientales. Deberían destinarse recursos a la conservación y mejoramiento del medio, teniendo en cuenta las circunstancias y las necesidades especiales de los países en desarrollo y cualesquiera gastos que pueda originar a estos países la inclusión de medidas de conservación del medio en sus planes de desarrollo, así como la necesidad de prestarles, cuando lo soliciten, más asistencia técnica y financiera internacional con ese fin.

Para los países en vías de desarrollo, la estabilidad de los precios y la obtención de ingresos adecuados de los productos básicos y las materias primas son elementos esenciales para la ordenación del medio, se requiere tomar en cuenta tanto los factores económicos como los procesos ambientales. En México, aunque en cierto grado limitadas, considero que si hay las condiciones para un DS satisfactorio. Un ejemplo de ello son los más esfuerzos por impulsar las energías renovables (o alternativas) como la energía eólica en el caso de Tecate y en Valle de las Palmas donde las viviendas cuentan con paneles solares para producir energía eléctrica. Si bien no es suficiente, si están sentadas las bases para continuar con ese camino.


Bibliografía:

Cárdenas, L. (1998). Definición de marco teórico para comprender el concepto de desarrollo sustentable. Boletín INVI, vól 13. (Núm. 33), págs. 3-20. Santiago, Chile.


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