domingo, 26 de mayo de 2013

Globalización, contaminación y desarrollo sustentable


Globalización, contaminación y desarrollo sustentable
El impacto ambiental asociado a la industria maquiladora en la ciudad de Mexicali, Baja California.
J. Antonio Meléndrez Cárdenas

* * *
Introducción

El presente ensayo tiene como objetivo analizar la viabilidad del modelo económico actual y su relación con el Desarrollo Sustentable (DS). Así mismo de profundizar un poco sobre la temática de la globalización y el desarrollo económico. Finalmente se cierra con un breve análisis sobre el impacto ambiental asociado a la industria maquiladora en las ciudades fronterizas de México, pero particularmente centrándose en el caso de la ciudad de Mexicali, Baja California, México.


El modelo económico actual y el Desarrollo Sustentable 

El actual modelo económico mundial (neoliberal) se sustenta en la premisa de la acumulación de bienes y capital, encaminado al libre mercado. Aplicando diversas reformas, tales como: reformas fiscales, laborales, y de mercados de capitales, asimismo, de privatizaciones con el fin de reducir el papel del Estado en la economía (Thorpe, Ibarra, 2010). Lo que en el ámbito social ha provocado desigualdad social y poca distribución de la riqueza. Por otra parte, la sobreexplotación de los recursos constituye uno de los factores principales de riesgo para el medio ambiente, que dentro de la dinámica de producción ilimitado, los recursos naturales son fuertemente utilizados en muchos de los casos sin respetar la capacidad de carga y la resiliencia en los ecosistemas. Acarreando de esta manera graves costes ecológicos. Gómez (2000) ya advertía que contrario a la lógica común, la abundancia de recursos naturales no constituye necesariamente una ventaja comparativa para los países y podría convertirse en un freno para el desarrollo económico.

Como consecuencia de este modelo han ido apareciendo modelos alternativos para intentar sustituirlo (o hasta cierto punto combinarlo), como el ya tan mencionado y criticado nuevo modelo de economía verde, mismo que nace del supuesto de una extensión del DS comprendiendo las tres campos de interés del mismo (económico, social y ambiental). Con el fin de: promover la eficacia energética y el uso responsable y eficaz de los recursos para evitar la pérdida de diversidad biológica y de los ecosistemas. Mediante el desarrollo de políticas y reformas socialmente responsables para su posicionamiento a nivel global. La tecnología juega un papel fundamental en la sustentabilidad de los recursos, puesto que si ésta es utilizada con responsabilidad y conciencia, ambientalmente hablando podría ser un factor determinante para la conservación de los ecosistemas y la diversidad natural. Por eso mismo es necesario seguir empleando y ampliar planes para una adecuada gestión de políticas alternativas para la sustentabilidad de los recursos, lo primordial es dejar de utilizar el desarrollo tecnológico principalmente para el consumo y la producción material, debido a que esto repercute directamente al deterioro y explotación de los recursos naturales. En cambio sería preciso otorgarle una mayor relevancia al desarrollo de nuevas tecnologías sustentables y/o energías renovables. Con el fin de llegar a la sustentabilidad económica, social y ambiental. Para que este objetivo sea alcanzado se necesita de un fuerte grado de compromiso y conciencia ambiental por parte de la sociedad.


Algunos aspectos sobre globalización

El concepto de globalización se ha popularizado de forma reciente, aunque se sabe que su origen se dio un par de décadas atrás, coincidiendo con el final de la Guerra Fría, con la caída del muro de Berlín y con el colapso del socialismo de Estado, es decir con la desaparición de la Unión Soviética, y el avance de las tecnologías de la información, “por lo tanto, la difusión del vocablo adquirió dimensiones globales o planetarias al mismo tiempo que ocurrían hechos políticos de relevancia para la historia de la humanidad” (Zavala, Calero 2008).

Para Agüero (1998), el proceso de mundialización de la economía de lo que comúnmente se conoce como “mundo occidental”, así como el proceso de dicha economía (neoliberal) fue adquiriendo cada vez mayor relevancia el aspecto financiero, sobre todo, en términos de desarrollo de los mercados financieros internacionales. El término globalización es otra forma de nombrar a 1a nueva fase de acumulación de capital que se ha caracterizado por el predominio del mercado desregulado, es decir, con una mínima intervención estatal, colocando a ciertos Estados-nación en una posición de debilidad (Vite, 2000).

La globalización, en el plano económico, establece la privatización de empresas de propiedad estatal y desregulaciones gubernamentales a favor de la oferta compuesta por los capitalistas, para mantener un “supuesto” equilibrio fiscal, privilegiando al mercado como regulador entre la oferta y la demanda. En términos globales, “la ciudad representa un punto estratégico en la política económica del Estado… que hoy se concretiza en la imposición del proyecto neoliberal, la apertura a la inversión extranjera, el impulso a la industria maquiladora, el deterioro de los salarios y las condiciones de vida de la población” (CERCA, 2009). Como consecuencia de esto, en la frontera norte la industria maquiladora ha gozado cada vez de mayores ventajas y facilidades por parte de los diferentes niveles de gobierno del Estado mexicano. Esto como medida de impulso al desarrollo económico y fuentes de trabajo en estas ciudades de constante crecimiento. En ese mismo sentido a continuación se analizará brevemente la relación entre la industria maquiladora y el impacto ambiental en la región fronteriza de la ciudad de Mexicali, B.C.




Contaminación por industria maquiladora en Mexicali.

Dentro de una perspectiva económica a nivel nacional la industria maquiladora juega un papel crucial en la vida económica mexicana y sobre todo regional, debido a la alta concentración de plantas en funcionamiento actualmente, la gran mayoría de ellas en las principales ciudades fronterizas del norte de México, con un 85% de las plantas del país, dentro de cuáles destacan ciudades como ciudad Juárez, Tijuana, Matamoros y Mexicali (Sánchez, 1990).

De acuerdo con lo expuesto en por el CERCA (2009) en Impactos de la maquila en el medio ambiente de Ciudad Juárez, de la Revista Noesis, son los países industrializados los principales productores de las sustancias y elementos negativos para el medio ambiente. Sin embargo, estos productos no se realizan al interior de estos países, sino que son producidos en transnacionales ubicadas principalmente en países en vías de desarrollo. Es el caso de plaguicidas y fertilizantes, donde las principales productoras son estadunidenses, y sus plantas de producción están esparcidas en varios países del tercer mundo. Los desechos tóxicos más comunes producidos por la industria maquiladora son: residuos de pinturas y barnices, resinas, epóxicos, lubricantes, látex, fibra de vidrio, cromo residual y diversos solventes y los daños al medio ambiente más comunes afectan el suelo, subsuelo y particularmente los mantos freáticos. “A pesar de que en algunas colonias el drenaje pasa a cielo abierto, muchas maquiladoras arrojan ilegalmente sus desechos a la red” (CERCA, 2009).

En nuestro país los desechos peligrosos son uno de los temas ambientales más relevantes en lo que respecta a la industria. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha señalado el libro La industria maquiladora mexicana y el medio ambiente, editado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que en el caso de la maquiladora: “El impacto ambiental de la maquila es resultado de mayor demanda de espacio, agua y energía; el incremento del tránsito y el congestionamiento de vías lindantes, la generación de desechos peligrosos y el problema de su posterior manejo y confinamiento de éstos, así como la contaminación atmosférica y el riesgo de accidentes ambientales” (Enciso, 2009). Por eso es de vital importancia una buena regulación en materia ambiental sobre los desechos ocasionados por esta industria para la conservación del medio ambiente de nuestra región.

Como lo expresan, Elva Alicia Corona–Zambrano y Rosa Imelda Rojas–Caldelas (2009), en: Calidad del aire y su incorporación en la planeación urbana: Mexicali, Baja California, la industria maquiladora ha sido y es uno de los motores de la economía local. “Estas actividades (junto con la agricultura)* han contribuido en el tiempo al agravamiento de la calidad del aire, asunto que por el impacto que ha tenido a escala local ha sido considerado tema de interés binacional”. Mexicali, como ciudad industrial depende en gran parte de la industria maquiladora, de esta manera se encuentra ligada económica, social y (o debería al menos) ambientalmente a la actividad industrial. Lamentablemente el panorama no es muy alentador en términos ecológicos, puesto que la ciudad se encuentra entre las 10 ciudades más contaminadas a nivel mundial, ubicada en el cuarto lugar y el primero a nivel nacional de acuerdo al reporte de la Organización Mundial de la Salud, “Urban outdoor air pollution database” (Linaldi, 2013).

Resulta hasta cierto grado paradójico que en los centros tradicionales en los que predomina la industria maquiladora en el país: ciudad Juárez y Tijuana se encuentren en mejores condiciones ambientales que en otras ciudades con menor carga industrial. De hecho, Ciudad Juárez ha mejorado su desempeño ambiental en años recientes. Caso contrastante es el de Mexicali, ciudad fronteriza, también con una fuerte actividad maquiladora, muestra una imagen más negativa (CERCA, 2009). Por una parte, el hecho de que Mexicali, comparada con Ciudad Juárez y Tijuana, tiene un porcentaje más alto de emisiones, y que el número de días en el año en que estas rebasan los umbrales establecidos va en aumento. Por otro lado, Mexicali tiene los valores más altos de PM10 (pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, formadas principalmente por compuestos inorgánicos asociado a partículas de carbono).

Schatan y Castilleja (2004) argumentan que aunque durante la última década las maquiladoras han mejorado su desempeño ambiental gracias a que se ha prestado mayor atención a la problemática ambiental, debido al incremento de la presión política, a los factores relacionados con la información y el progreso tecnológico, no existen antecedentes suficientes como para respaldar en forma sólida esta impresión, pues las acciones de monitoreo y control puestas en práctica por las autoridades son limitadas y han mostrado cambios en el tiempo. De ahí la duda sobre cuál es la clave para una mejora real y evidente de la contaminación en este región, particularmente en la ciudad de Mexicali que es alarmante, puesto que no hay que ser científico o especialista en temas ambientales para percatarse de la densa capa de smog que envuelve el cielo y adorna nuestras tardes mexicalenses.

No es mi intención culpar o evidenciar exclusivamente a la industria maquiladora como única fuente de contaminantes, debido a que hay muchos otros factores que se adhieren a la lista de causas de esta polución, tales como: emisión de gases por motorización de automóviles, las fuentes de emisión de gas (Ácido sulfhídrico: H2S) que se origina en el campo geotérmico de Cerro Prieto, con la quema de combustibles y materiales orgánicos, así como de la descomposición animal o vegetal. Pero sí quiero manifestar mi postura sobre esta importante problemática de tipo ambiental que tanto nos atañe como miembros de esta comunidad fronteriza.


Conclusiones

Como se ha mencionado anteriormente, el modelo económico actual se sustenta en la producción y acumulación de bienes y capital. Arrastrando como consecuencia grandes problemáticas, primordialmente de carácter ambiental y social. Para hacer más susceptible el aprovechamiento de los recursos es necesario llegar a una sustentabilidad económica basada en la regeneración del capital natural y a la capacidad de existencia.

La manera más viable de alcanzar estos objetivos fomentar la conservación de la naturaleza, es decir teniendo un consumo responsable de los recursos y de los ecosistemas para mantener su diversidad y procesos vitales; así como respetar la capacidad de carga en los ecosistemas, por ejemplo, generando menos contaminantes, ya que esta ha sido profundamente afectada por el aumento de la población, el crecimiento de la producción y la dinámica de consumo del ser humano; por último se hace énfasis en la importancia de la capacidad de resiliencia de la naturaleza, es por eso que se debe tomar conciencia hacia un consumo responsable de los recursos.

En términos globales, el modelo económico que podría perdurar es aquel que se adecúe a las necesidades propias del DS, es decir, que se ajuste a los límites de crecimiento (Davidson, 2000), comprendido como las restricciones absolutas sobre las actividades económicas que contribuyen al deterioro ambiental. Un modelo donde las estructuras económicas no se centren exclusivamente en el incremento de la producción y el crecimiento económico, sino también en la conservación de los recursos naturales y en la búsqueda de nuevas formas de sustentabilidad de esta forma estaría directamente relacionado con la perpetuación de los grupos sociales, los ecosistemas y la economía. Lo que se busca es impulsar el crecimiento a largo plazo, apoyado en el desarrollo tecnológico, apoyado en un enfoque transdisciplinar e incluyente a través un “modelo de bienestar humano global” (Toro, 2007). En pocas palabras un modelo de desarrollo integral.
Tal como lo proponen Carrillo y Schatan (2005), para atacar la problemática ambiental asociada a la industria maquiladora es necesario que a corto plazo, los esfuerzos de política se centren en asegurar que las maquiladoras cumplan la normativa sobre manejo de residuos peligrosos para que sea la industria, y no la sociedad, la que absorba el costo de las externalidades ambientales.

Una forma viable de llegar a este objetivo es mediante una legislación más específica y estricta para la regulación de problemas como el de la contaminación por desechos tóxicos y emisiones de gases y humo que se esparcen directamente en el aire de la ciudad. De igual forma es necesario que los integrantes de la comunidad sean conscientes y se sensibilicen de la grave problemática de la contaminación del aire en la dicha ciudad. Se necesita un mayor acercamiento por parte de las organizaciones sociales que generen propuestas alternativas para disminuir los riesgos ecológicos. Pero lo más importante, se necesita de la voluntad y compromiso en conjunto para avanzar hacia una propuesta real de sustentabilidad ambiental, económica y social.


Bibliografía 

Carrillo, J, Schatan C (2005). El medio ambiente y la maquila en México: un problema ineludible. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. D.F., México: CEPAL. Centro de Estudios Regionales y Comunicación Alternativa (2009). Impactos de la maquila en el medio ambiente de Ciudad Juárez [Versión electrónica]. Nóesis. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, Vol. 18 (36), 52-77. 

Corona–Zambrano, E, Rojas–Caldelas, R (2009). Calidad del aire y su incorporación en la planeación urbana: Mexicali, Baja California, México. Estudios Fronterizos, Versión digital, Vol. 10, núm. 20. Recuperado el 22 de mayo 2013, de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0187-69612009000200003&script=sci_arttext

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